
El ejercicio de la obra hidráulica se encuentra en el correcto diseño para su integración, saneamiento, depuración y reutilización; que tengan como objetivo la protección frente a avenidas, la recarga artificial de acuíferos, la actuación sobre cauces o la corrección del régimen de corrientes.
Factible hablar de presas, embalses, canales de acequias, azudes, estaciones de aforo, piezómetros, alcantarillado, redes de control de calidad, diques, colectores, depósitos y bombeo, desalación y descontaminación, etc. Así como aquellas actuaciones necesarias para el abastecimiento y la protección del dominio del recurso público hidráulico.